Fabricación de las monedas

En ocasiones nos hemos preguntado, ¿cómo se hará?, sobre cualquier objeto que llega a nuestras manos. Aquí vamos a tratar de dar respuesta a uno, que está constantemente en nuestras manos, las monedas.

A grandes rasgos y remontándonos a los orígenes, saber que la primera civilización que acuñó monedas fue la Lidia en Asia menor, donde parece, se creó la primera Ceca en el año 640 antes de Cristo, los lidios ya acuñaban monedas de electro una aleación natural de plata y oro. La idea se extendió hacia la Antigua Grecia, cuyas monedas a menudo representaban a una lechuza, el símbolo de la diosa Atenea. Sobre el año 500 a. de C. los chinos inventaron las monedas hechas con materiales baratos como el cobre en lugar de con oro y plata.

Hasta el siglo XVI, se empleaba la acuñación a martillo. En la Edad Antigua las monedas eran creadas por fundición, introduciendo el metal liquido entre dos moldes, después se calentaba al rojo para ablandarlo, sujetándolo después entre dos cuños y a golpe de martillo grabar el diseño de la moneda, con este procedimiento muchas monedas salían con el diseño de sus caras descentrado, hasta que en el bajo Imperio Romano se empezaron a usar bisagras, que unían ambos cuños o troqueles y los mantenían fijos, aquellos cuños ya eran de acero y no hacía falta calentar el material,  pudiendose acuñar hasta 10 mil monedas antes de que se rompieran.


Por fundición 

A martillo

Posteriormente viene la acuñación a molino, siendo en España sobre 1597 y por orden de Felipe II el sistema de molinos fue instalado en Segovia. Se trata de dos cilindros dispuestos uno encima de otro que llevan grabados en negativo los tipos de anverso y reverso de las monedas, y entre los cuales se introduce una lamina de metal. Al accionarse los cilindros mediante una manivela, quedan grabadas en la plancha el diseño de la moneda, quedando solo recortarla.


A molino

Después fue el turno de la prensa de volante, que aunque inventada en Alemania a mediados del S. XVI, fue Felipe V el que la introdujo en España creando las Cecas de Madrid y Sevilla hacia 1700 y Segovia en 1772, casi medio siglo después que las de Londres y Paris


Prensa de volante

En el siglo XIX, con la revolución industrial comenzó, a funcionar la prensa movida por vapor y por electricidad, siendo en la actualidad realizada la acuñación por grandes y complejas prensas movidas por motores eléctricos.

LA HISTORIA DE LA MONEDA EN ESPAÑA

En España ya se fabricaba moneda desde época de los fenicios, griegos, cartagineses y romanos, pero fue en Madrid, en 1497 cuando se creó, por orden de Enrique IV, la primera Ceca o fábrica de moneda, que cerró cuatro años después, quedando, eso sí, abiertas otras mas antiguas como las de Toledo, Sevilla, Granada o Segovia. Tuvieron que pasar más de cien años para que se volvieran a acuñar monedas en Madrid, ya que por entonces Madrid no era una ciudad importante, hasta qué en 1591, con Felipe II, se reanudó y se hicieran las siguientes, pero en un plan casi experimental en la casa del famoso escultor, medallista y orfebre Jacometrezo, muy cerca de lo que hoy es la Gran Vía.

Por fin en 1614, Felipe III encargó la fabricación de moneda en Madrid, nombró tesorero al Duque de Uceda y este estableció la ceca en una casa de su propiedad, en la calle Segovia, muy cerca del nuevo puente de Segovia que acababa de construir Juan de Herrera. Las primeras piezas que se acuñaron aquí, fueron las de DOS Escudos de oro y las de CUATRO Reales de plata en 1615. Con Felipe IV la casa de la moneda de Madrid aumentó la actividad y se tubo que habilitar otra casa del Duque de Uceda enfrente de la que ya funcionaba como Ceca de Madrid, y allí se instaló un nuevo sistema de fabricación, a molino, que fue el primer procedimiento mecánico que se inventó, que ya había introducido Felipe II en la ceca de Segovia, allí el molino se movía por la fuerza del rio, en cambio en otros sitios lo movían animales, este sistema funcionaba con unos rodillos que imprimían sobre una lámina que pasaba entre ellos. También por la misma época se construyó un nuevo edificio, donde actualmente se ubica el palacio de Linares donde se acuñaba a molino, pero dos años después fue cedido a la Villa para que lo utilizaran como deposito de cereales. Posteriormente apareció la prensa de volante que se desarrollo en España entre los siglos XVII y XIX . Fue Felipe V quien obligó a partir de 1730 a utilizar solo medios mecánicos en la fabricación de moneda por lo que se suprimió la acuñación a martillo.

Por otra parte los grabadores necesitaban cada vez mayor preparación técnica, por lo que en 1804 se creó el departamento de grabado y construcción de instrumentos y maquinas para las monedas, que se instaló en la Carrera de San Francisco esquina a la calle San Isidro. En aquellos tiempos Madrid era ya una de las grandes ciudades europeas, donde se aunaban las tradiciones con las modernas ideas de la ilustración en una vida social propia de una gran Corte.

Durante la ocupación francesa, se acuñaron en Madrid las monedas de José Bonaparte, pero mientras tanto las Cortes de Cádiz establecieron allí una Casa de la Moneda, a la que se trasladó parte del personal y los enseres de la Ceca madrileña, con el regreso a España de Fernando VII en 1814, la Casa de la Moneda vuelve también de Cádiz a Madrid y ocupa otra vez las viejas casas de la calle Segovia.

Entre tanto Madrid crecía cada vez más e incorporaba poco a poco en su vida cotidiana los avances del desarrollo industrial, las primeras maquinas de vapor, el tren, eran tiempos de grandes obras, que muchas veces quedaban registradas en medallas de acuñación perfecta, una de esas grandes obras fue la construcción de un nuevo edificio que reuniera la Casa de la Moneda y la Fábrica del Sello, aquel importante complejo industrial se construyó en la Plaza de Colon, en lo que hoy son los Jardines del Descubrimiento y el Centro Cultural de la Villa.


Antigua fábrica de la moneda de Madrid en la Plaza de Colón

Las obras se iniciaron en 1856 y el Edificio se inauguró en febrero de 1861 con presencia de la reina Isabel II y su gobierno, allí sí se pudo instalar maquinaria cada vez mas grande y pesada, maquinas de vapor como las Thonnelier que las construía en Barcelona La Sociedad Maquinista Terrestre y Marítima, también se instaló en aquellos edificios la Fabrica del Sello, que había tenido diferentes ubicaciones desde que comenzara a funcionar en el siglo XVII con la aparición del papel sellado y cuya función se limitaba a la impresión de sellos para correos y pagares del estado.

Al principio funcionó junto a la Casa de la Moneda pero con administraciones separadas, sin embargo la relación era muy estrecha y la evolución muy rápida, por lo que se consideró necesario introducir importantes reformas técnicas y administrativas, así fue como en 1893 se acabaron fusionando ambas instituciones en una sola con el nombre que todavía tiene, Fabrica Nacional de Moneda y Timbre y que se encuentra en el actual edificio, inaugurado en julio de 1964, de la calle Jorge Juan.